El oficialismo y la visita de Roberta Jacobson
La Habana/Las opiniones emitidas en espacios como el Noticiero Nacional o la cadena TeleSur muestran puntos en común, aunque también algunas contradicciones en cuanto a la visita a La Habana de la Subsecretaria de Estado para el Hemisferio Occidental, Roberta Jacobson. Hay "mucha expectativa", dice la periodista Cristina Escobar; en cambio, el analista Esteban Morales afirma: "no nos hacemos muchas ilusiones".
Sin embargo, todos reconocen que las negociaciones de este jueves marcarán un acontecimiento "histórico", porque abordarán el restablecimiento de las relaciones diplomáticas entre ambos países. En breve, las oficinas de intereses de Washington en La Habana, y viceversa, se transformarán en embajadas.
En el Noticiero nacional de ayer martes se adelantó que, en la reunión de alto nivel, La Habana "discutirá la situación bancaria de la Sección de Intereses de Cuba en la capital norteamericana, que lleva un año sin ofrecer servicios de manera normal, por no tener ningún banco que quiera darle servicio debido a las regulaciones del bloqueo". Asimismo se anunció que "no faltarán (...) asuntos como la lucha contra el narcotráfico, la trata de personas, los derrames de petróleo, búsqueda y salvamento, lucha contra el terrorismo y el enfrentamiento a epidemias". Según el comentario oficial, la información había sido suministrada por "una fuente del Ministerio de Relaciones Exteriores" de la Isla.
Todos reconocen que las negociaciones de este jueves marcarán un acontecimiento “histórico”
Cuba ansía además que EE UU la saque de la lista de los Estados que apoyan al terrorismo internacional. Esta decisión depende del presidente Obama.
Dentro de la distensión política actual, los medios oficialistas resaltan la permanencia del embargo. "¿Se acabó el bloqueo? Absolutamente no", concluyó la periodista Cristina Escobar en un análisis antes de la llegada de Jacobson. La periodista añadió que "el bloqueo acabará el día que las transacciones financieras entre EE UU y Cuba no estén reguladas por el Congreso", lo cual constituye un camino "largo y complejo". Casualmente, un par de horas después, durante su discurso más importante del año, el presidente norteamericano pidió al Congreso el fin de esta política hacia Cuba.
Como era de esperarse, uno de las trincheras más fortificadas por la parte cubana ha sido el ideario nacionalista. El régimen hablará de derechos humanos, democracia y libertades individuales –"los temas más difíciles", expresó Esteban Morales en TeleSur–, con énfasis en la "no injerencia" externa y la "soberanía". Morales argumentó que EE UU no debería "exigirnos que sigamos en una dirección ordenada [por ellos], en términos de organizar nuestro sistema democrático y nuestras libertades individuales", y que además tendría que existir la disposición de "tirar sobre la mesa los problemas de democracia, derechos humanos y libertades individuales que existen en EE UU".
EE UU no debería “exigirnos que sigamos en una dirección ordenada [por ellos], en términos de organizar nuestro sistema democrático"
El analista cubano no cree que el vecino del norte "haya renunciado a una estrategia política de volver a controlar Cuba", pero que ahora nuestro país tendría "la posibilidad de desarrollar una actividad (...) muchísimo más positiva" gracias a la existencia de embajadas. Por lo tanto "será una dinámica mucho más organizada". Otra de las reticencias del oficialismo es que el levantamiento definitivo del embargo se posponga más allá de la administración Obama, pues la cuestión "va a depender mucho de si nos toca una administración futura que mantenga esa idea"
Si bien el plato fuerte del encuentro de alto nivel es el acercamiento diplomático, una agenda que se discutirá el jueves, no pasa desapercibido que este miércoles tendrá lugar la 28ª reunión entre ambos Gobiernos sobre temas migratorios. La Habana aprovechará la oportunidad para debatir sobre la Ley de Ajuste Cubano, la política de pies secos–pies mojados, y "una interpretación del documento que puede cambiar".
Lo más probable es que la parte cubana se oponga a una resolución que beneficia a todos los de la Isla que emigran hacia EE UU, un fenómeno legal que crea ciertas contradicciones en ese país, envuelto en una reforma migratoria. Aunque, paradójicamente, esos cubanos que son capaces de establecerse en EE UU –en buena medida gracias a la Ley de Ajuste– constituyen una de las principales fuentes de ingreso de la economía del régimen.
En el fondo, lo que está esperando el régimen es que se tomen las cosas con calma
Volviendo a los encuentros sobre relaciones diplomáticas, el escenario previo se ha tenido que reconfigurar en tiempo récord. En poco más de un mes, EE UU ha anunciado el acercamiento a nuestro país, comenzado a implementar medidas legales en ese sentido, y su presidente ha pedido a un Congreso con mayoría opositora el fin de un embargo de medio siglo. La velocidad de los acontecimientos es excesiva para quienes suelen no contar en política con la categoría tiempo: los dirigentes cubanos.
Más allá de las expectativas y de la desconfianza que despierta la visita de Roberta Jacobson en las autoridades de la Isla, se nota el desconcierto. En el fondo, lo que está esperando el régimen es que se tomen las cosas con calma, para no tener que lidiar con las consecuencias de un entusiasmo excesivo.