El régimen cubano no le teme a una canción cualquiera

Madrid/La desesperada guerra de las canciones desatada por el Gobierno cubano a partir de Patria y Vida, que desde febrero suma más de cinco millones de vistas en Youtube y que se convirtió de inmediato en un lema opositor dentro y fuera de la Isla, ha pasado del patetismo a la perversidad con el tema que celebra el sexagésimo aniversario del Ministerio del Interior, estrenado este martes.

El mismo ministerio que a través de la Seguridad del Estado, la Policía Nacional Revolucionaria y otros agentes encubiertos asedia a activistas, periodistas independientes y cualquier ciudadano que haga pública una mínima disidencia contra el régimen comunista, el mismísimo y orwelliano Minint, se mete a cantante pop y presenta Cuba es cierta.

Según dice el propio organismo en un comunicado, el teniente coronel Dixan Marrero Jorge, autor de la letra, ganó un concurso lanzado a finales de 2020 como una "oportunidad para el fuerte movimiento de artistas aficionados con que cuenta". El jurado lo presidió Israel Rojas, integrante del dúo Buena Fe, que además orquestó el tema y que ya firmó el pasado marzo una pieza oficialista sobre las vacunas cubanas, con el inmenso mérito de encajar "bulbo", "envase" y "dosis" en algo parecido a una canción ligera.

La letra del teniente coronel, de hecho, tiene versillos prestados de esta, como el "toque a degüello" del estribillo ("Cuba es cierta, tan cierta como el toque de a degüello"). El inicio de la canción es lento, como el punteo de guitarra de Patria y Vida antes de que Randy Malcom, de Gente de Zona, se arranque: "Eres tú mi canto de sirena porque con tu voz se van mis penas". Y con la insistencia en el patria o muerte dando un rodeo ("rodilla en tierra hasta el último aliento"), hacen un uso espurio de los ejes del tema de Yotuel Romero y compañía: "vida", "esperanza" y "libertad".

No cuela, vaya, el disfraz de certamen.

El Ministerio del Interior no tiene necesidad de una canción. El Ministerio del Interior sacó de su casa por la fuerza al artista Luis Manuel Otero Alcántara –que aparece en el videoclip de Patria y Vida envuelto en la bandera colgada de la sede del Movimiento San Isidro en noviembre– y lo tiene desde hace 25 días, sin explicaciones, en un ala psiquiátrica del hospital Calixto García de La Habana. El Ministerio del Interior tiene desaparecido a Maykel CastilloOsorbo tras detenerlo acusado de falsos delitos. El Ministerio del Interior tiene amenazado y en reclusión domiciliaria a Eliexer Márquez El Funky. El Ministerio del Interior tiene en prisión a cinco manifestantes pacíficos que gritaron "patria y vida" en la calle Obispo.

Todo el alarde tecnológico y armamentístico que aparece en el clip de Cuba es cierta, las modernas patrullas, los uniformes impolutos, los agentes lozanos, no es necesario. Bien sabe el cubano lo que funciona en su isla, lo único engrasado y alimentado durante 62 años: la represión.

Y sin embargo, el Ministerio del Interior hace una canción. Es algo maligno. Pero a la vez, demuestra una debilidad: no puede componer nada que se acerque a Patria y Vida. Nada que emocione al pueblo que tanto mientan en vano y que, además, recoja en su melodía el ritmo de los tiempos, desde La Marsellesa hasta Yo vengo a ofrecer mi corazón, pasando por Va pensiero, Grândola, vila morena o Libertad sin ira. Todos ellos, himnos de una transición, de un cambio inminente.

Piensen en la piel erizada cuando Alexander Delgado irrumpe con su voz rasgada: "Se acabó". De Cuba es cierta solo puede estremecer, y de terror, el verso "soy los ojos de la madrugada". La guerra de las canciones la tiene perdida el Ministerio del Interior. ¿Cómo era aquello? "Un principio justo desde el fondo de una cueva puede más que un ejército".

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