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La prensa independiente derrota al periodismo del régimen cubano

10º aniversario

Estos últimos 10 años han sido de gran quebranto para la dictadura, cuya bancarrota moral han expuesto los medios independientes

El periodista cubano se mediatizó y mutó a vocero de consignas oficiales, como Froilán Arencibia / Televisión Cubana
Pedro Corzo

24 de mayo 2024 - 17:57

Miami/El populismo castrista quebrantó, en cuanto arribó al poder, los numerosos componentes fundamentales de una sociedad libre, entre ellos el derecho a la vida y la libertad de expresión e información.

Paralelo a los fusilamientos, los periódicos acusados de ser próximos al depuesto régimen de Fulgencio Batista, Alerta, Pueblo, Ataja y Tiempo fueron saqueados y expropiados. A continuación, fueron entregados a partidarios de los Castro para convertirse en voceros del nuevo oficialismo, como en los casos de Combate y Revolución, este último bajo el comando de Carlos Franqui, con sus titulares de seis pulgadas reclamando paredón.

Doce meses después, el 25 de enero, fueron quemados en la capital cubana ediciones del Diario de la Marina, ejemplares de los periódicos Prensa Libre, de las revistas Life, Times y SeleccionesdelReader’s Digest. En mayo, no habiendo ya prensa libre en Cuba, tuvo lugar un suceso que mostró el grado de servilismo de un sector de la sociedad, que dispuso el entierro simbólico del Diario de la Marina, decano de la prensa nacional.

En Cuba no solo se eliminó la libertad de prensa, sino que se extinguieron los medios que la honraban. Ningún periódico republicano sobrevivió al castrismo, ni en nombre ni en calidad informativa.

Ningún periódico republicano sobrevivió al castrismo, ni en nombre ni en calidad informativa

Los medios de información –prensa, radio y televisión– fueron puestos al servicio de la tiranía, convirtiéndose en reflejo de los sueños faraónicos de los hermanos Castro y transmisores de aberrantes consignas gubernamentales.   

El periodismo se convirtió –en ocasiones con la participación cómplice de no pocos comunicadores, por autocensura o por su entrega al régimen– en un objetivo a destruir para imponer con mayor impunidad el sistema totalitario en gestación.

Por estas penosas realidades considero importante destacar la labor cumplida por los periodistas independientes cubanos, que durante décadas –y con medios limitados– han arriesgado sus vidas y precarias libertades para informar sobre la violación institucional de los derechos de los ciudadanos. Ellos han estado dispuestos a enfrentar las acciones criminales del absolutismo castrista, como ha hecho durante estos últimos 10 años el periódico 14ymedio.

Los periodistas independientes cubanos y los pocos medios que han servido en ese quehacer durante estas largas seis décadas se han labrado un nicho de honor, tanto por el coraje demostrado para soportar la represión como por la calidad y justeza de sus informaciones.

Por décadas, en la Isla solo existió un periodismo doctrinal, ausente de críticas y cuestionamientos a la acción gubernamental; cerrado a cualquier información o análisis que la autoridad pudiera considerar un atentado a sus intereses.

Por décadas, en la Isla solo existió un periodismo doctrinal, ausente de críticas y cuestionamientos a la acción gubernamental

El periodista cubano se mediatizó. Mutó a vocero de consignas oficiales. Se convirtió en cantor de logros –reales o supuestos– de la clase gobernante. Su juicio fue supeditado a lo políticamente correcto. La información, el contar de un acontecer, se transformó en crónica de lo que convenía a la autoridad y del periodista que se esforzaba por no ser reprimido y conservar su empleo ante un único propietario: el Estado-partido.

Esta situación, que estaba evolucionando a un cambio positivo, tuvo un vuelco radical cuando con modestia extrema salió a la luz pública 14ymedio. Muchos no nos percatamos de este hito que se producía al interior de Cuba en tiempos en que el país iniciaba un proceso de reajuste como consecuencia del agotamiento del totalitarismo.

Estos últimos 10 años han sido de gran quebranto para la dictadura. Cierto que aún detentan el poder, pero se encuentran en plena bancarrota moral y material.

Transitar del totalitarismo carismático de Fidel Castro al absolutismo castrense de Raúl y, finalmente, al totalitarismo burocrático representado y conducido por el inepto Miguel Diaz-Canel han dejado una evidencia contrastable: el régimen se encuentra se encuentra en una encrucijada que puede ser mortal a su sobrevivencia.

Esta década dentro de la oscuridad deja avizorar luces de cambio. La población ha mostrado su desencanto en las protestas populares más importantes desde el 1 de enero de 1959, las cárceles encierran a más de 1.000 activistas prodemocracia y el régimen pretende reinventarse disponiendo prácticas económicas contrarias a su esencia. Estos acontecimientos los han cubierto dignamente 14ymedio y otros periodistas independientes.

Lejos, pero con admiración y respeto, dedico en este aniversario de 14ymedio esta frase de Jose Martí que refleja con exactitud mi sentir: "Sólo quien sabe de periodismo y de lo costoso del desinterés puede estimar de veras la energía, la tenacidad, los sacrificios, la prudencia, la fuerza de carácter que revela la aparición de un diario honrado y libre".

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