La visita del papa Francisco enfrenta la oposición a una nueva prueba
La Habana/Se acerca la visita del papa Francisco y el escenario representa una nueva oportunidad para que la sociedad civil y la oposición política estén a la altura de las expectativas de miles de cubanos dentro y fuera del país, que esperan desde hace mucho una actuación coherente y digna por parte de una verdadera fuerza de cambio.
En ocasiones anteriores, cuando se ha podido influir políticamente y lograr un impacto positivo frente a la opinión pública –y principalmente frente a los cubanos de la Isla–, alguien siempre se las ha arreglado para polarizar los esfuerzos y presentarnos divididos y peleados, incapaces de trabajar juntos para conseguir un mínimo grado de consenso estratégico.
Algunas organizaciones ya adelantan gestiones para que sus representantes sean recibidos por el pontífice. No somos pocos los que jamás hemos entendido cuáles son los criterios que desde afuera se establecen para escoger a quienes merecen el voto de la legitimidad que otorga un estrechón de manos de las altas figuras universales.
Supongo que la imposibilidad de hacer encuestas internas o ver reflejada en algún lugar la opinión de la gente sobre los actores políticos y civiles de nuestra sociedad obliga a muchos asesores a inclinarse por lo más pintoresco, no importa si por lo positivo o por lo negativo, pues en todo caso es lo que resalta.
Jamás hemos entendido cuáles son los criterios para escoger a quienes merecen el voto de la legitimidad que otorga un estrechón de manos de las altas figuras universales
Esto, sumado con algunas gestiones externas de quienes dominan bien las técnicas más por diablos que por viejos y tienen los contactos, da como resultado el mismo gueto mediático infranqueable y sagrado.
Desde mi punto de vista, el Espacio Abierto de la Sociedad Civil constituye un foro ideal para coordinar el mensaje plural e inclusivo que debe recibir el papa Francisco, dada la altísima confluencia de actores y organizaciones entre sus filas.
Lo ideal sería elegir una representación capaz de cumplir con seriedad, elegancia, educación y profesionalidad la misión de transmitir el mensaje unificado de todos los cubanos que forman parte de esta semilla de democracia, de esta isla independiente y libre que late dentro del país.
Ojalá podamos empezar a realizar buenos ejercicios democráticos para esta y para otras situaciones similares. Es hora ya de practicar en casa lo que proponemos para el país.