Los mercados agrícolas no levantan cabeza tras el fin de año

La Habana/La caída de la oferta en los mercados agropecuarios cubanos tras los festejos de fin de año es casi otra tradición navideña, pero en esta ocasión, la recuperación está tardando en llegar. El mercado del Ejército Juvenil del Trabajo (EJT) de la calle 17 en El Vedado es uno de los más de 170 locales que venden productos agropecuarios en la capital y que desde hace dos semanas se mantiene pobre y desabastecido.

"Se han combinado varios factores que nos están afectando mucho en el suministro", explica a 14ymedio Gerardo Gómez, conductor de un camión privado que abastece de mercancías al mercado de la calle San Rafael, uno de los más importantes de La Habana tras el cierre de Cuatro Caminos.

"Siempre al final de año hay una caída en la oferta, porque se trabaja poco en los campos y a los camioneros tampoco nos gusta movernos los días de fiesta", agrega Gómez. "Pero este año se le ha sumado que tenemos nuevos problemas con la transportación porque los controles policiales han aumentado en las vías de acceso a la ciudad".

En los últimos meses las autoridades han redoblado las inspecciones de vehículos de carga que entran a la capital para reducir la llegada de productos al mercado informal

En los últimos meses las autoridades han redoblado las inspecciones de vehículos de carga que entran a la capital para reducir la llegada de productos al mercado informal. Los controles también buscan disminuir el consumo de combustible robado a las empresas estatales que termina, muchas veces, en manos de los transportistas privados.

En diciembre pasado entraron en vigor una serie de medidas para regular el consumo de gasolina y diésel del transporte por cuenta propia destinado al traslado de pasajeros. "Eso nos está afectando bastante porque había mucha mercancía que también entraba en los almendrones o en los camiones que transportan gente", argumenta el conductor y enumera productos de menor porte como las cebollas y los ajos.

Gómez añade que a esa situación se le suma que "hay un serio problema con el pienso para los animales y por eso está llegando muy poca carne a este mercado". En el local de la calle San Rafael la libra de carne de cerdo sin hueso marcó un récord histórico al inicio de enero, cuando alcanzó los 60 CUP, el salario de tres días de un profesional.

En una pequeña paladar cercana al mercado, los dueños hacen malabares para lograr mantener la oferta de ensalada. "Hemos podido encontrar lechuga y col frescas pero el pimiento y las habichuelas las tuvimos que comprar de lata en las tiendas", cuenta Carmina, la que trabaja en el el restaurante Sabor Criollo.

Los vegetales envasados que Carmina adquirió provienen de España. "Son caros pero qué otra cosa vamos a hacer si no encontramos el producto en los agromercados", lamenta la mujer. Cuba gasta cada año más de 2.000 millones de dólares en importar alimentos y más del 80% de la comida que se consume en la Isla proviene del extranjero.

"Hasta la zanahoria la hemos tenido que comprar envasada porque el suministro en los mercados es muy inestable. A veces hay y otras veces no. Ahora hay que ir muy temprano a los agromercados para lograr alcanzar algo porque viene poca mercancía y se acaba rápido", ", lamenta.

El 25 de diciembre el primer vicepresidente cubano, Salvador Valdés Mesa, visitó el complejo Villoldo, en el municipio de Arroyo Naranjo, donde está ubicado el mercado agropecuario estatal La Palma. Su presencia fue reportada en la prensa oficial y generó una avalancha de críticas de los lectores por las fotos donde se veían las tarimas repletas de productos.

Ahora, aquel local que en las imágenes se veía rebozado de ofertas también padece de la caída en el suministro. "Lo que tenemos ahora mismo es plátano burro, tomate verde y unas berenjenas bien chiquitas", cuenta vía telefónica a este diario uno de los trabajadores del lugar. "Carne de cerdo no estamos ofertando pero quizás para el fin de semana nos abastecen", concluye.

Los empleados y los clientes esperan que la situación mejore. "Le estamos dando un tiempo a ver si repunta la venta", cuenta Luisa, de 72 años y asidua al mercado del EJT de la calle Tulipán. "Es verdad que cada fin de año se pierden muchos productos pero ya estamos casi en la mitad del mes de enero y no acaba de recuperarse el abastecimiento".

La jubilada dice sentirse ilusionada con la aplicación del nuevo impuesto sobre tierras ociosas que comenzó a inicios de este año en las provincias de Artemisa, Mayabeque y Matanzas

La jubilada dice sentirse ilusionada con la aplicación del nuevo impuesto sobre tierras ociosas que comenzó a inicios de este año en las provincias de Artemisa, Mayabeque y Matanzas. "Hay mucha gente que tiene terrenos y no lo están usando para sembrar alimentos", lamenta Luisa. "Esto puede empujarlos a que produzcan".

Sin embargo, Carmina considera que el problema es más complejo que las tierras improductivas. "Toda la cadena de suministro está dañada, porque falla el pienso para los animales o los fertilizantes para los cultivos; el transporte tampoco funciona de forma eficiente y los precios son muy altos", resume.

En la paladar donde trabaja se están planteando seriamente "sacar algunos platos de la carta porque no se pueden garantizar con esta falta de suministro".

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