'14ymedio' visto por sus lectores
La Habana/"No funciona la conexión", le dice un joven a la empleada que lo mira mal por tener que levantarse de su cómoda silla. El calor es terrible y el aire acondicionado lleva semanas sin funcionar en un céntrico local de Nauta del municipio Plaza. La mujer se acerca con desgano, mira la pantalla, escribe un dirección web cualquiera y la página se abre sin problemas. El cliente vuelve a la carga. "¿Y por qué cuando tecleo 14ymedio.com no pasa nada?". Se oye un bufido en toda la sala de navegación. "Mi'jo, es que a ese sitio no se puede entrar ¿me entiendes?" En breves segundos el internauta ha recibido su primera lección de censura.
¿Quiénes leen en Cuba el diario digital 14ymedio? Es la pregunta con la que la redacción de este medio ha salido a la calle en busca de respuestas y sugerencias para mejorar nuestro trabajo. Hemos indagado entre diferentes grupos de edades, tendencias políticas y situaciones geográficas, para tratar de trazar un mapa con esos cubanos que han tenido frente a sus ojos algo del contenido que publicamos en nuestro sitio.
Una primera incursión por la populosa calle G, la noche del pasado sábado, ya sacaba a la luz algunos de esos seguidores o detractores. "Ah, sí, yo tengo una copia de hace unos meses, pero casi no publican nada de videojuegos", aunque "a mi papá le gusta porque habla de política y esa talla", refirió Juan Carlos Zamora, de 19 años y estudiante del Instituto Pedagógico. "Un amigo me habló del periódico, pero les recomendaría que tuvieran más temas para jóvenes, como moda o tecnología", agrega este jóven.
“Es la antesala de la nueva prensa que está por venir, la antesala de la prensa de la libertad, de la democracia”, dice con orgullo Juan Carlos Fernández
Desde el día en que se fundó, 14ymedio se encuentra bloqueado en los servidores nacionales que brinda el servicio público de Internet. Locales de navegación web, conexiones desde los hoteles u otros locales estatales muestran una pantalla de error cuando se intenta acceder al portal. Una versión en PDF se realiza cada viernes con lo mejor de lo publicado durante la semana y una activa red de amigos y colegas la distribuye hacia le interior el país. La aparición en febrero del año pasado del servicio de correo electrónico Nauta también ha contribuido a la difusión del contenido, aunque falta mucho por lograr en ese dirección
Para Marcia Sosa, ingeniera civil retirada y residente en Santiago de Cuba, "lo mejor es el listado de precios de los productos del mercado agrícola, porque uno puede ir viendo lo cara que está la vida". La señora recibe el contenido de nuestro portal por correo electrónico, porque "mi hijo me lo manda cada día desde Miami, pero sin imágenes porque así pesaría mucho". La jubilada cree que "debe abrirse una sección para saber dónde encontrar qué producto, porque a veces estoy como loca buscando algo y no sé dónde encontrarlo". Lo que menos le gusta, sin embargo, son "las columnas de opinión, porque aquí todo el mundo opina, hay once millones de cubanos y veinte millones de opiniones".
En la ciudad de Ciego de Ávila, Rubén Ríos se ha dado a la tarea de repartir entre sus amigos las copias de los artículos de 14ymedio que llegan a sus manos. "Lo hago porque creo que la gente debe escuchar todas las versiones, aunque no esté de acuerdo con parte de lo que publican". Recién salido de un centro penitenciario, Ríos se ha lanzado a recuperar su vida e "informarme es una forma de sentirme libre, así que leo todo lo que me cae en las manos y he tenido suerte de que me llegue el diario".
En las tripas de 14ymedio, Juan Carlos Fernández considera que su trabajo en el equipo "ha sido una experiencia liberadora". Para este activista y reportero, escribir en este sitio digital no es sólo "un ejercicio democrático sino que también se trata de un proyecto muy serio". Remarca con orgullo que "es la antesala de la nueva prensa que está por venir, la antesala de la prensa de la libertad, de la democracia". Sin embargo, coincide en que hay un largo camino para mejorar la calidad y elevar la formación de los reporteros y corresponsales del medio, "esto está siendo una escuela para mi, ahora tengo que publicar con más objetividad cada noticia".
“Con Granma me basta y no necesito de ningún periodiquito creado por el enemigo”, dice Nelson Bonne, de Las Tunas
Yunier recibe los artículos aparecidos en nuestro diario independiente, a través de la llamada "lista de Marta". Una cubana emigrada en Miami y que participó en diciembre de 2004 en la fundación de la revista digital Consenso, uno de los primeros embriones de prensa independiente que se aprovechó de las ventajas de las nuevas tecnologías. Marta Cortizas hace una verdadera "labor de hormiguita" al compilar cada día lo mejor de la prensa cubana e internacional y enviarla por email a un creciente número de suscriptores. "Si no fuera por ella, me costaría mucho trabajo leer desde Holguín lo que publican".
¿Y por qué se llaman 14ymedio? pregunta una vecina del barrio del Fanguito cuando indagamos sobre nuestro portal. Con una larga experiencia haciendo colas y contando cada gramo que le dan por el mercado racionado, la anciana está segura que detrás de un nombre así "tiene que haber algo oculto, una adivinanza... vaya". No acepta la explicación del piso catorce donde se ubica nuestra redacción, la "i griega" que proviene de una conocida bitácora digital, ni la polisemia de "medio" en español, que significa lo mismo mitad que medio de prensa. "Aquí hay gato encerrado, alguna fórmula matemática o quién sabe", concluye con malicia.
No todos nos quieren, lo cual evidencia la pluralidad de gustos y preferencias informativas de la población cubana. "No los he leído, ni los voy a leer, porque no tengo que visitar ese sitio para saber que lo que quieren es destruir el país y acabar con la revolución", dice Nelson Bonne. Trabajador por cuenta propia en Las Tunas, el hombre considera que "con Granma me basta y no necesito de ningún periodiquito creado por el enemigo".
El director de la revista Convivencia, Dagoberto Valdés, tiene una opinión más constructiva. "Tener un diario hecho en Cuba, por cubanos y para los cubanos, es para mi lo mejor y vamos a empujar todos juntos para obtener el acceso a Internet y que los cubanos podamos asomarnos a esa ventana".