El 60% de adultos y un tercio de niños y adolescentes tendrán sobrepeso u obesidad en 2050

La enorme prevalencia de la enfermedad en EE UU ha disparado los "medicamentos milagro"

Obesidad, Estados Unidos, playa
Las aceleraciones más rápidas de la obesidad se prevén en el norte de África y Oriente Medio y en América Latina y el Caribe.
EFE

04 de marzo 2025 - 12:00

El sobrepeso y la obesidad crecen en el mundo y, de no adoptarse medias urgentes, se prevé que para 2050 alrededor del 60% de los adultos y un tercio de los niños y adolescentes los sufran, lo que supondrá una amenaza sin precedentes de enfermedades y muertes prematuras.

Los autores de un informe firmado por Colaboradores del estudio sobre la carga mundial de morbilidad IMC y que publica The Lancet, advierten de “la necesidad imperiosa de actuar de inmediato para prevenir una epidemia mundial de sobrepeso y obesidad sin precedentes”.

Las tasas de sobrepeso y obesidad en adultos (mayores de 25 años) y en niños y adolescentes (entre 5 y 24 años) se han más que duplicado en las últimas tres décadas (1990-2021), afectando a 2.110 millones de adultos y 493 millones de jóvenes en todo el mundo en 2021.

El análisis, que se realizó con datos de 204 países y territorios, considera niños y adolescentes jóvenes de 5 a 14 años; adolescentes mayores de 15 a 24 y adultos de 25 años en adelante.

La investigación destaca que a esta situación ha contribuido “los fallos masivos a escala mundial en la respuesta a la creciente crisis de obesidad”, señala The Lancet.

La investigación destaca que a esta situación ha contribuido “los fallos masivos a escala mundial en la respuesta a la creciente crisis de obesidad”

En el horizonte de 2050, advierte de que, si no se adoptan medidas y reformas políticas urgentes, se prevé que alrededor del 60% de los adultos (3.800 millones) y un tercio (31%) de los niños y adolescentes (746 millones) sufran sobrepeso u obesidad.

El estudio prevé un aumento sustancial (121%) de la obesidad entre los jóvenes, con una previsión de que el número total de niños y adolescentes alcance 360 millones en 2050 (186 millones más que en 2021), con incrementos sustanciales de forma inmediata (2022-2030).

Las aceleraciones más rápidas de la obesidad se prevén en el norte de África y Oriente Medio y en América Latina y el Caribe, donde se espera que en 2050 viva un tercio de todos los niños y adolescentes obesos del mundo (130 millones).

En cuanto a la población adulta, casi una cuarta parte con obesidad en 2050 tendrá 65 años o más, lo que “intensificará la presión sobre unos sistemas sanitarios ya sobrecargados y causará estragos en los servicios sanitarios de los países con pocos recursos”, agrega la revista.

La prevalencia de la obesidad se duplicó con creces en todo el mundo entre 1990 y 2021, tanto en hombres adultos (del 5,8% al 14,8%) como en mujeres (del 10,2% al 20,8%).

“La epidemia mundial sin precedentes de sobrepeso y obesidad es una tragedia profunda y un fracaso social monumental”, según la autora principal del estudio, Emmanuela Gakidou, de la Universidad de Washington, citada por The Lancet.

“La epidemia mundial sin precedentes de sobrepeso y obesidad es una tragedia profunda y un fracaso social monumental”

Si se mantienen estas tendencias, las tasas mundiales de sobrepeso y obesidad entre los adultos aumentarán del 43,4% estimado en 2021 a alrededor del 57,4% para los hombres en 2050, y del 46,7% al 60,3 % para las mujeres, con los mayores aumentos previstos en Asia y el África subsahariana, impulsados por el crecimiento demográfico.

Aunque el mayor número de adultos con sobrepeso y obesidad se espera en China (627 millones); la India (450 millones) y EEUU. (214 millones) en 2050, se prevé que el número en el África subsahariana aumente en más de un 250 % a 522 millones, impulsado por el crecimiento de la población.

Las generaciones más recientes engordan más deprisa que las anteriores y la obesidad aparece antes.

Para 2050 se pronostica que habrá más niños de entre 5 y 14 años con obesidad que con sobrepeso (16,5% frente a 12,9%), mientras que en las mujeres (de 5 a 24 años) y en los hombres mayores (de 15 a 24 años), todavía se espera que el sobrepeso siga siendo más prevalente que la obesidad.

Los autores subrayan que se necesitan urgentemente planes de acción quinquenales (2025-2030) para frenar el aumento de la obesidad y contribuir a la elaboración de nuevos objetivos y metas para la era de los Objetivos de Desarrollo Sostenible posterior a 2030.

El estudio tiene algunas limitaciones importantes, como que, aunque utiliza los mejores datos disponibles, las predicciones se ven limitadas por la cantidad y la calidad de los datos anteriores, así como por los sesgos sistémicos de los datos autodeclarados, que probablemente persistan a pesar de los intentos de corregir los sesgos.

Además, no tuvo en cuenta el posible impacto de las intervenciones, como la ampliación de los medicamentos contra la obesidad GLP-1, que podrían alterar las tendencias de previsión a largo plazo del sobrepeso y la obesidad.

Según el Centro para la prevención y control de enfermedades (CDC), entre 2017 y 2020 dos de cada cinco estadounidenses (un 41,9% exactamente) podía considerarse obeso, una categoría que está por encima del sobrepeso y que significa que la persona tiene un índice de más de 30 de masa corporal.

Según el Centro para la prevención y control de enfermedades (CDC), entre 2017 y 2020 dos de cada cinco estadounidenses (un 41,9% exactamente) podía considerarse obeso

El problema no afecta a todos por igual, y hay un factor racial que incide claramente en los resultados de la investigación: entre la población negra, la obesidad afecta a casi una de cada dos personas (49,9%), y entre los hispanos este porcentaje desciende levemente hasta el 45,6%, mientras que en el caso de los blancos baja al 41,1%. En contraste, solo la sufre un 16% de asiáticos.

La obesidad tiene resultados constatables en la salud: un 58% de adultos obesos tiene problemas de hipertensión (y por consiguiente de riesgos cardíacos), y un 23% sufre de diabetes.

Esto tiene otras derivadas como son las consecuencias en la economía de las familias: en 2019 un individuo con obesidad tenía de media 1.861 dólares de gastos médicos anuales más que otro con un peso corporal saludable; en conjunto, los gastos relacionados directamente con la obesidad supusieron ese año un total de 173.000 millones de dólares.

No es casual que la obesidad haya llegado a la alta política, y de hecho el controvertido secretario de Salud nombrado por Donald Trump, Robert F. Kennedy, lleva años en una cruzada personal contra la llamada comida chatarra que según él envenena la salud de los estadounidenses.

Según el Instituto Nacional de la Salud (oficial), el 32% de los adultos y el 49% de los niños tienen "una dieta de pobre calidad", y de hecho porcentajes cercanos al 90% consumen comida chatarra al menos una vez al día, siendo el mayor consumo el de las poblaciones negras e hispanas.

Porcentajes cercanos al 90% consumen comida chatarra al menos una vez al día, siendo el mayor consumo el de las poblaciones negras e hispanas

Tras décadas de fracasos de las dietas milagro y los millones de dólares gastados con gimnasios y rutinas deportivas de manera infructuosa, en los últimos años han aparecido una serie de medicamentos que parecen tener resultados espectaculares en el caso de la obesidad.

El más conocido ha sido Ozempic, una inyección pensada en principio para combatir la diabetes de tipo 2 y que fue popularizada por personalidades como Elon Musk, la presentadora Oprah Winfrey y la actriz Rebel Wilson, a la que le ayudó a perder más de 35 kilos.

Por vez primera, y contrariamente a medicamentos de anteriores generaciones, el Ozempic no parece presentar efectos secundarios graves, más allá de los económicos, pues en el momento de ‘bum’ llegó a costar más de 900 dólares por usuario y mes.

Pero la popularidad del medicamento animó a las farmacéuticas a invertir más en esa misma línea de investigación, lo que ayudó a sacar al mercado otros medicamentos competidores como Wegovy o Mounjaro, con costes mucho más asequibles para el estadounidense de a pie.

Además, se ha descubierto que algunos de estos medicamentos tienen unos efectos beneficiosos colaterales, y es que ayudan a mejorar la fertilidad de las mujeres que consiguen superar la obesidad.

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