Óscar Biscet lucha por “la desintegración de la dictadura de los Castro”
Miami/En su primer viaje a Estados Unidos, el ex preso político Óscar Elías Biscet ha demostrado una vez más que no tiene pelos en la lengua: ha criticado la visita del presidente Barack Obama a Cuba, se ha pronunciado a favor de la derogación de la Ley de Ajuste Cubano y ha evocado la posibilidad de un golpe militar en la Isla.
Arropado por la Fundación Lawton, el Partido Nacional Democrático y la Nueva Unión por Cuba Libre, el médico de profesión presentó este sábado en una conferencia de prensa el Proyecto Emilia, llamado así en honor a Emilia Teurbe Tolón, quien bordó la primera bandera cubana a mediados del siglo XIX. Según Biscet su iniciativa es un “proyecto de libertad” que busca “la desintegración de la dictadura de los Castro”.
Biscet fue condenado a 25 años de cárcel por presentar una investigación que denunciaba las prácticas abortistas del sistema de salud cubano, pero fue puesto en libertad en 2011 y decidió permanecer en la Isla. Recientemente el Gobierno cubano le permitió salir “por una sola vez” y el opositor está en medio de una gira que lo ha llevado a España y Estados Unidos. El opositor ha expresado que teme por su vida al regresar a Cuba.
“El proyecto Emilia declara a la Constitución comunista y a los órganos de poder del Estado como inconstitucionales”, dijo el opositor, que argumentó que la Constitución del 40 había sido violada por Fidel Castro en 1959 con la aplicación de la pena capital de manera arbitraria. “Sólo en el primer mes se fusilaron 900 personas, 400 de las cuales eran personas que no tenían nada que ver con el régimen anterior, simplemente se atrevieron a disentir”, dijo.
El proyecto Emilia ha sido rubricado por más de 3.000 cubanos con nombres, apellidos y número de carné de identidad
El proyecto Emilia ha sido rubricado por más de 3.000 cubanos con nombres, apellidos y número de carné de identidad. En él se demanda que “el ordenamiento jurídico de nuestra patria tenga como base los principios democráticos que predominan en otras naciones del mundo civilizado”.
Biscet argumenta que su movimiento tiene como base la Constitución de 1940 puesto que la de 1976 es un “adefesio” impuesto por el Gobierno cubano en contra de la voluntad de su propio pueblo.Sobre las relaciones entre Estados Unidos y Cuba, el opositor cree que los pasos dados por la actual administración, incluyendo la visita del presidente Barack Obama a la Isla, “complica más la lucha contra la dictadura”.
“Es un error apoyar a una dictadura que va en caída. Los gobiernos libres deberían exigir la libertad de Cuba”, dice Biscet. “Los activistas del proyecto Emilia queremos fortalecer al pueblo en su idea de conseguir la libertad, consolidar organizaciones no gubernamentales, buscar una multitud dispuesta a terminar con la dictadura y ejecutar un plan estratégico para terminar con esta”.
Según el líder del Proyecto Emilia, hay varios escenarios posibles: que un grupo de militares “dignos” ponga fin al régimen (él apoyaría esta opción) o que el hijo de Raúl Castro, Alejandro Castro Espín, suceda a su padre o que haya una evolución hacia una “dictadura más blanda” al estilo de la ex-Yugoslavia de Milosevic.
“Nuestro propósito es hacer un cambio de la base a la superestructura, una insurrección nacional”
“Nuestro propósito es hacer un cambio de la base a la superestructura, una insurrección nacional”, dijo Biscet, quien señaló sin embargo el carácter pacífico de su movimiento. “Hay mucha gente que tiene odio pero nosotros queremos que impere la justicia”.
Según el opositor, el Gobierno cubano ha vivido siempre de la ayuda exterior, primero la soviética y ahora la venezolana. “El pueblo venezolano está pasando hambre como el cubano, no sólo hambre material sino hambre de libertad”, añadió. “El socialismo ha provocado el caos y el fracaso donde se ha implantado, sabíamos que Venezuela terminaría así”.
Sobre la actual crisis migratoria el ex preso político considera que “es un derecho humano emigrar”, pero lamenta que la Ley de Ajuste Cubano permita a la gente seguir saliendo de la Isla y después regresar al año y un día “para especular”. “Estoy de acuerdo con lo que están haciendo Marco Rubio y el congresista Curbelo, el asilo debe ser para quien lo merece, los demás que se queden en Cuba a luchar”, dijo.
Para el opositor “no se puede gozar de una libertad ajena, con los recursos de otro país”.