Ismael Cala responde a Evo Morales por llamarlo “cubano gusano”
El conductor de televisión Ismael Cala publicó una carta abierta el pasado viernes, dirigida al presidente boliviano Evo Morales en la que asegura que no se siente insultado porque éste lo catalogó como un “cubano gusano”. El periodista considera que “adjetivar a un ser humano con el nombre de un animal, supuestamente asqueroso, es una vieja táctica que viene del nazismo”.
Cala, quien acaba de anunciar su salida de la cadena estadounidense CNN en español, agradece al gobernante por también llamarlo “molesto” y “conspirador”. Un ataque verbal que el presentador recibió como un “maravilloso elogio”.
El periodista, quien salió de la Isla en 1998, reconoce en su misiva que las preguntas de la prensa muchas veces “son incómodas para ciertas élites, pero se supone que los políticos son servidores públicos que gobiernan bajo un ‘contrato’ firmado con los ciudadanos. Y a ellos se deben”.
Cala hace un llamado en su texto a dejar atrás “el dinosaurio ideológico” y celebrar “lo que nos une”
En relación con su salida de la CNN, Cale explica a Morales que tomó tal decisión para “cerrar un ciclo, abrazar el cambio”, y señala como una de las causas de su renuncia el “tener que lidiar con políticos (da igual el signo ideológico) demasiado ajustados a discursos aprendidos, incapaces de mostrar sus sentimientos y con egos desmedidos”.
Sobre el término “gusano” que le lanzara Morales, el presentador detalla que “ya ni siquiera se utiliza en Cuba. Los más de dos millones de cubanos que vivimos fuera de nuestro país, somos seres humanos en busca de autorrealización personal, más allá de las causas de cada uno”.
Cala hace un llamado en su texto a dejar atrás “el dinosaurio ideológico” y celebrar “lo que nos une”. Para lo cual propone poner fin a las caricaturas, las descalificaciones y las “actitudes peyorativas”. El periodista invita al presidente boliviano a sentarse a hablar “sin cámaras”.
Con deseos de “salud y éxitos” para Morales, concluye la carta, en la que Cala asegura que “América Latina tiene todas las potencialidades para convertirse en la zona más feliz del mundo”.