Cuba envió el cuerpo de un turista ruso a Canadá para ocultar su asesinato, sospecha su viuda

Tatiana Neroeva enterró a Faraj Allah Jarjour creyendo que era su esposo, cuyo cadáver aún espera

"La causa fundamental de la baja disponibilidad técnica de los carros está en la carencia de neumáticos y componentes eléctricos, principalmente baterías", explican los funcionarios. (Juventud Rebelde)
La familia del turista canadiense advirtió de que el cuerpo lo recogió un auto normal, ante la ausencia de los fúnebres. / Juventud Rebelde
14ymedio

29 de mayo 2024 - 14:47

Madrid/A miles de kilómetros de distancia de Montreal, donde reside la familia de Faraj Allah Jarjour, el turista canadiense que falleció en Cuba el pasado marzo, una mujer, Tatiana Neroeva, espera en Cheliábinsk (Rusia) el cadáver de su marido, Ilya. Los destinos de ambos hombres quedaron unidos cuando el Gobierno cubano envió a sus viudas los cuerpos equivocados, un error que para la rusa tiene poco de casual.

“Sospecho que mi marido murió de forma violenta. La sustitución de los cuerpos no se dio por casualidad, sino intencionalmente”, dijo la pasada semana en una entrevista al medio Russia Today.

Neroeva afirma que su esposo, que se hallaba de vacaciones en la Isla en marzo, había acordado para el primer día de estancia un cambio de moneda en el mercado informal a un precio muy ventajoso. “Se fue a cambiar el dinero y ya no se le volvió a ver con vida. El cuerpo fue encontrado en el mar”, expuso. 

“Se fue a cambiar el dinero y ya no se le volvió a ver con vida. El cuerpo fue encontrado en el mar”

Su versión coincide con la de Anna Neroeva, hija de Ilya, que días antes denunció el escaso interés de Cuba por esclarecer los hechos. "Lo más probable es que las autoridades del país simplemente no quieran saber lo que sucedió. En cuanto a mi padre, solo sé que fue a cambiar dinero y no regresó", dijo.

Tanto Anna como Tatiana sospechan que las autoridades cubanas enviaron un cuerpo distinto con el fin de ocultar un presunto hecho delictivo que podría ser detectado con la autopsia. A pesar de que, afirman, tuvieron dudas al recibir el cadáver, se procedió a la inhumación.

"Estaba en estado de shock. Mis familiares me hicieron preguntas: '¿Quién es este? ¿Por qué se ve tan diferente?’ Los sacerdotes me aseguraron que es normal que ocurran este tipo de cambios al embalsamar el cuerpo", dijo la hija del difunto.

Pocos días más tarde, recibieron una llamada para alertarles de lo sucedido en Canadá. "Resultó que el cadáver de un canadiense fue enviado desde Cuba a Cheliábinsk y el otro cuerpo está en Canadá", agregó. Desde entonces, la cooperación entre ambas partes –incluyendo a la Fiscalía canadiense– ha sido constante. 

"Tendremos una prueba de ADN y una exhumación para enviar a los canadienses. Ellos dijeron que no enterraron a mi padre, que todavía está en la morgue. Es decir, desde hace dos meses", añadió Neoreva, quien afirma –sin datos– que ha tenido noticia de más casos similares al de su padre. 

Este abril, la hija de Faraj Allah Jarjour dio una entrevista a un canal de televisión canadiense al que contó, aliviada, el caso. “Hasta ahora me sentía perdida, tenía que buscar el cadáver de mi padre. Al menos ya sabemos dónde está”, declaró, tras enterarse de que las autoridades cubanas habían entregado el cuerpo en Rusia, donde fue enterrado. 

Más desconfiados, los empleados de la funeraria canadiense que recibió el presunto cadáver de Jarjour no quedaron conformes al compararlo con las fotografías que facilitaron los familiares y dieron la voz de alerta. 

Más desconfiados, los empleados de la funeraria canadiense que recibió el presunto cadáver de Jarjour no quedaron conformes al compararlo con las fotografías

El cuerpo del fallecido –por un infarto– había permanecido sobre una silla de playa cubierto con una sábana durante más de ocho horas (desde las 15:30 hasta la medianoche), según contaron los familiares. Después, los empleados de la morgue acudieron a recogerlo con un simple auto, no una ambulancia ni un furgón funerario. 

A finales de abril, la ministra de Asuntos Exteriores canadiense, Mélanie Joly, conversó con su homólogo cubano, Bruno Rodríguez, sobre el caso y el canciller cubano afirmó en X que las autoridades cubanas estaban investigando lo sucedido, a la vez que expresó sus "condolencias y disculpas" a la familia del ciudadano canadiense. 

En ese momento aún no se sabía que el cuerpo estaba a miles de kilómetros, enterrado en la tumba de un hombre veinte años menor que él. Mientras se aclaran los hechos, las familias siguen a la espera de poder dar sepultura a los fallecidos que les corresponden.

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