El cuerpo de Lenin mejora con la edad
Desveladas las técnicas de conservación del cadáver del líder revolucionario ruso
Han pasado más de 90 años desde la muerte del líder comunista, Vladimir Lenin, y su cuerpo se conserva casi cada día mejor. El pasado miércoles, con motivo de la conmemoración del 124 cumpleaños del fundador de la Unión Soviética, el cadáver fue expuesto de nuevo al público tras su última puesta a punto. Los científicos rusos trabajan desde hace casi un siglo con unas técnicas de conservación que mantienen la apariencia, sensación y flexibilidad del cuerpo de Lenin y que se han dado a conocer a través de la revista Scientific American esta semana.
Alexei Yurchak, profesor de antropología social de la Universidad de California, ha escrito un libro en el que revela las técnicas del conocido como Lenin-Lab. Cuando Lenin falleció, en enero de 1924, en circunstancias no del todo claras –las autoridades aseguraron que se debía a la arteriosclerosis aunque se especuló que hubiera padecido sífilis– Stalin se negó a cumplir con su voluntad de ser enterrado junto a su esposa y puso a los científicos a trabajar en un método para mantener el cuerpo del líder de la revolución. La idea llegó cuando, tras dos meses expuesto en la Plaza Roja, el cadáver se conservaba en muy buen estado debido al frío ruso.
Los líderes comunistas aprobaron una técnica de embalsamamiento experimental desarrollado por el anatomista Vladimir Vorobiev y bioquímico Boris Zbarsky. Tras varios experimentos, se empezó a trabajar introduciendo microinyecciones de líquidos para embalsamar en diferentes partes del cuerpo del revolucionario ruso. Las inyecciones se realizan a través de cortes o cicatrices que el líder ya tenía en vida, asegura Yurchak. Además, se le creó un traje de goma de doble capa colocado alrededor del cadaver, así se mantenía una fina capa de ungüentos capaces de mantenerlo perpetuamente. El método se diferencia radicalmente de los tradicionales trabajos de embalsamamiento, como la momificación, que se distinguían por tratar de mantener la materia biológica.
Cada sesión de embalsamamiento dura aproximadamente un mes y medio y se realiza una cada dos años
En este caso se embalsama cada dos años, un proceso que implica sumergir el cuerpo en soluciones separadas de glicerol, formaldehído, acetato de potasio, alcohol, peróxido de hidrógeno y ácido y sodio acético. Cada sesión dura aproximadamente un mes y medio.
Para mantener el cuerpo de Lenin, el personal debe realizar un mantenimiento regular en el cadáver y, a veces incluso reemplazar piezas de piel, carne y hasta pestañas, que son ahora artificiales. El laboratorio ha tenido que lidiar con varios hongos que han ido apareciendo en el cuerpo provocando manchas y se han reesculpido la nariz y cara. La grasa natural de la piel ha sido sustituida por un material moldeable de parafina, glicerina y caroteno que mantienen el aspecto original.
El instituto responsable de los trabajos mantuvo una fuerte actividad entre los años 1950 y 1980, llegando a emplear hasta a 200 personas que investigaban también nuevos avances sobre el envejecimiento celular o el transplante de piel. Con la caída de la URSS, el centro pasó a llamarse Centro Científico de Métodos de Investigación y Enseñanza de Tecnologías Bioquímicas –también conocido como Equipo Mausoleo– y perdió la financiación gubernamental. Desde entonces tuvo que sobrevivir con donaciones privadas hasta que el Estado volvió a darle dotación presupuestaria, mucho menor en la actualidad.