Gramática de la premura
La Habana/Cada día se impone una nueva semántica, la nacida de la necesidad de ahorrar caracteres en los mensajes de telefonía celular. Para ira de los puristas de la lengua y complacencia de los perezosos, ya casi nadie escribe completo el pronombre relativo "que", pues basta con teclear la "q". Lo mismo ocurre con la preposición "de" que se conforma con una "d" o con "por", sustituida por el signo de multiplicación "x".
Discutible, pero explicable, la nueva grafía imprime velocidad a la comunicación, pero anula todo vestigio de elegancia en el lenguaje, lo cual podía ser bienvenido si se limitara a demoler la falsa poesía de algunas crónicas periodísticas y la retórica hueca de ciertos discursos políticos. Que la moda lingüística llegue a los mensajes de amor grafiteados en los espacios públicos es una señal inequívoca de que la cosa va en serio.
Aquí lo tienen, frente a un preuniversitario habanero, un joven de nombre bíblico al que se le acabó el pavimento, pinta el viejo corazón que se resiste a perder significado para rubricar su lucha en contra del tiempo.