Las japonesas más deseadas de La Habana siguen sin aparecer

La Habana/"Bueno, por fin las guaguas nuevas qué, ¿empiezan o no?", preguntaba un pasajero el pasado martes al chofer de la ruta A40, llegando a Guanabo, donde finaliza el trayecto. "Dicen que el sábado", le respondía este. Escéptica, una muchacha que se disponía a bajar murmuró: "Todos saben cómo funcionan las cosas en este país, dudo mucho que las veamos pronto".

El vaticinio de la pasajera se cumple hasta la fecha. Los 84 ómnibus japoneses que llegaron el pasado 13 de enero para renovar la escasa flota habanera siguen sin circular todavía a pesar de que el gobernador de La Habana, Reinaldo García Zapata, pidió agilizar su puesta en marcha.

La terminal de la localidad playera de Guanabo, ubicada en el municipio de Habana del Este es una de las más beneficiadas por la adquisición de los nuevos modelos Isuzu, ya que de las 84 guaguas japonesas, 59 tienen como destino esta base.

Hace una semana, la parada de la línea A40 ubicada frente a la rotonda de la Muralla de La Habana, en la calle Desamparados, se encontraba desbordada de personas. Todos esperaban con incertidumbre a que, en cualquier momento, llegara uno de los flamantes ómnibus, pero seguían apareciendo los mismos de siempre.

Ya en el interior de una de las viejas unidades, visiblemente deteriorada, empezaron los problemas, esta vez por la capacidad. En la parada situada frente al Palacio de Bellas Artes, un inspector del transporte detuvo la guagua y exigió al chofer que detuvo subir a más pasajeros.

"Ya la guagua está llena y estamos en una nueva oleada de covid", le respondió el conductor, pero el inspector, parándose delante de la guagua y propinando un golpe con el puño al vehículo, insistía en aumentar el cupo de pasajeros.

Una oficial de la Policía que se retiraba a su casa se abrió paso desde el fondo del vehículo para intentar calmar los ánimos. También dos agentes de civil corrieron al lugar para evitar una pelea.

El altercado finalizó cuando el chofer, muy molesto, acabó abriendo las puertas para que accedieran todos los que esperaban en la parada. "Que se monten todos y ya. A morirnos con el ómicron", protestaba antes de arrancar visiblemente malhumorado. Los pasajeros, agobiados entre la multitud, esperaban que el trayecto se hiciera breve. "Espero que falte poco para que nos pongan las guaguas nuevas, porque parecemos sardinas en lata", decía uno de ellos.

"Esperaron al natalicio de Martí para entregar las guaguas. Hacen un circo de todo, a ver si es cierto que están rodando hoy"

A la altura de Alamar, después de unos 30 minutos de recorrido, subió un trabajador de la empresa que contó al chofer que los nuevos vehículos llegados desde Japón estarían funcionando el sábado 29 de enero, aunque mantenía dudas al respecto. "Veremos, porque ni siquiera hay choferes suficientes", decía. Según había escuchado, la empresa de transportes intentaba solucionar el problema buscando a conductores de otras bases que estuvieran interruptos (trabajadores parados temporalmente), "aunque es difícil que aparezcan muchos, por lo lejos que está Guanabo del resto de la ciudad".

Por fin, el viernes 28 de enero y, coincidiendo con el natalicio de José Martí, la prensa oficialista publicó un acto inaugural de las esperadas guaguas con el título Ómnibus urbanos donados por Japón están listos. En el evento estaban Hirata Kenji, embajador de Japón en la Isla, y el gobernador de La Habana, que presidieron la entrega formal de los Isuzu en la explanada de Tarará.

De manera simbólica, en el acto se entregaron las llaves de diez de estos vehículos.

Pero llegó el sábado y en la parada de la A40 no había rastro de los deseados ómnibus. "Esperaron al natalicio de Martí para entregar las guaguas. Hacen un circo de todo, a ver si es cierto que están rodando hoy", decía una pasajera a la espera del vehículo.

Largos minutos después, doblaba por la rotonda el ómnibus, nuevamente uno de los antiguos, para decepción de los que allí estaban. Un vendedor de pasteles estacionado en la zona de la concurrida parada explicó a los presentes que, a pesar de que una inspectora de transporte le había asegurado que las nuevas guaguas comenzaban a rodar este sábado, él llevaba horas allí y no había aparecido ninguna. El chofer de la ruta admitió no saber nada de los nuevos vehículos.

"Hay que esperar a que salga la información oficial que anuncie el día. De momento hay que seguir tirando con las viejas"

Felicia, conductora de triciclos EcoTaxi en la capital, cuenta que el fin de semana pasado prefirió alquilar un carro para ir con sus amigas a la playa de Guanabo aunque les cobrara 100 pesos por persona. "Llegamos a la parada, y aquello estaba perretúo, había mucha gente", explica."Si el problema del transporte y la alimentación no se resuelven en este país, un estallido social más grande que el del 11J llegará muy pronto".

Este lunes, la prensa oficial volvió a mencionar el tema para afirmar que se trabaja "intensamente" para iniciar la puesta en marcha de los nuevos vehículos cuanto antes. La nota explica que las inspecciones técnicas y demás requisitos operacionales se han realizado sin problemas, sin embargo, el obstáculo está en la escasa preparación del personal encargado de llevar los vehículos.

El misterio sobre cuándo empezarán a circular sigue pendiente. "Las guaguas nuevas no han salido. Imagino que no demorarán tanto, pero ni yo misma sé cuándo van a salir", explicó una trabajadora de la paradero de Guanabo este lunes a 14ymedio. "Hay que esperar a que salga la información oficial que anuncie el día. De momento hay que seguir tirando con las viejas".

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