La libertad de prensa en Cuba es la más amenazada de las Américas
La Isla está entre los diez primeros países del mundo con mayor censura
La Habana/El control que ejerce el Gobierno cubano sobre los medios de comunicación fue uno de los más estrictos del mundo en 2014 y el más rígido de las Américas, de acuerdo con el informe publicado este martes por el Comité Para la Protección de los Periodistas (CPJ). La organización sin ánimo de lucro con sede en Nueva York, que trabaja para proteger la libertad de prensa en el mundo, sitúa La Habana en la décima posición de la clasificación de los Estados con mayores niveles de censura, pero señala "significativos avances" en los últimos años.
El informe del CPJ subraya que "los medios impresos y las emisoras están totalmente controladas por el partido único y tienen que ser 'conformes a los objetivos de la sociedad socialista'. Aunque Internet ofrece algunos espacios para críticas, los proveedores de servicios bloquean el contenido indeseado", como es el caso de 14ymedio. La organización destaca la difícil situación de los periodistas y blogueros independientes, que tienen que utilizar sitios web alojados fuera de la Isla o acudir a embajadas extranjeras o hoteles para disponer de una conexión Internet sin filtros. Pese a la apertura de algunos espacios críticos, estos contenidos siguen en su mayoría inaccesibles para los cubanos, que aún no cuentan con una conexión a Internet de alta velocidad.
Las investigaciones del CPJ ponen de relieve que los visados para periodistas internacionales se otorgan de manera selectiva y que el Gobierno "sigue persiguiendo a los periodistas críticos a través de acoso, vigilancia y detenciones de corta duración", mencionando los casos de Juliet Michelena Díaz y Ángel Santiesteban Prats.
Eritrea y Corea del Norte ocupan la primera y segunda posición, respectivamente, de la clasificación. En el país africano hay por lo menos 23 periodistas encarcelados, ninguno de los cuales ha sido juzgado por un tribunal ni acusado de ningún crimen. El presidente, Isaias Afewerki, en el poder desde 1993, ha creado un clima tan opresivo para evitar el florecimiento de la prensa independiente que incluso los periodistas que realizan sus tareas en medios oficiales expresan temor a ser detenidos. Menos de un 1% de la población tiene acceso a Internet y apenas el 5,6% posee teléfono móvil. Además, los planes del Gobierno de autorizar la conexión en celulares fueron cancelados tras el estallido de la Primavera Árabe.
Eritrea y Corea del Norte ocupan la primera y segunda posición, respectivamente, de la clasificación
La mayor preocupación en el caso de Eritrea se centra en la posible muerte, de la que alertan compañeros exiliados, de cinco periodistas detenidos en mayo de 2001. Ante la imposibilidad de poder confirmarlo, el CPJ mantiene a los profesionales en la lista de presos para evitar que el caso caiga en el olvido.
Corea del Norte, con una información fuertemente controlada y centralizada, ocupa el segundo puesto de la lista. La cifra oficial de personas que poseen teléfono móvil (y que excluye los que llegan de contrabando desde China) es del 9,7%. El control de la información en el país asiático es tan notable que toda mención a Jang Song Thaek, tío defenestrado y posteriormente ejecutado del líder Kim Jong-un, ha sido eliminado hasta el punto de editarse el material audiovisual en el que aparecía para suprimir sus imágenes.
Las tácticas usadas por Eritrea y Corea del Norte se repiten en distintas medidas en otros países con una fuerte censura. Los regímenes represivos se aferran al poder gracias a una combinación de monopolio de los medios, acoso, espionaje, amenazas de prisión para los periodistas y restricciones de entrada y de movimiento para los corresponsales extranjeros.
Siete de los diez países con mayor censura —Eritrea, Etiopía, Azerbaiyán, Vietnam, Irán, China, y Birmania— están también entre los diez mayores carceleros de periodistas en el mundo, según el censo anual de prisiones del CPJ.
Siete de los diez países con mayor censura están también entre los diez mayores carceleros de periodistas en el mundo
En Arabia Saudí —el tercer país con mayor censura—, la monarquía en el poder no se conforma con silenciar la disidencia doméstica y se alía con otros Gobiernos del Consejo de Cooperación del Golfo para asegurarse de que la crítica a las instituciones en cada uno de estos países se reprima duramente.
En Etiopía —cuarto en el ranking de países censores— la amenaza de prisión ha contribuido a un fuerte incremento del número de periodistas exiliados. La ley antiterrorismo aprobada en 2009, que criminaliza cualquier cobertura que según las autoridades "fomenta" o "brinda apoyo moral" a grupos ilegales, se ha impuesto a muchos de los 17 periodistas presos en las cárceles del país.
Vietnam —el sexto país con mayor censura— usa una ley imprecisa contra "el abuso de libertad democrática" para encarcelar blogueros, y Birmania —el noveno— se apoya en el Acto de Secretos Oficiales de 1923 para evitar críticas de sus fuerzas militares.
En Azerbaiyán —el quinto país con mayor censura— las leyes de difamación criminal se han extendido a las redes sociales y pueden llevar a seis meses de cárcel. Irán, séptimo en el listado, cuenta con uno de los regímenes con la más estricta censura sobre Internet en el mundo, con millones de sitios web bloqueados.
Otros cuatro países (Bielorrusia, Guinea Ecuatorial, Uzbekistán y Turkmenistán) estuvieron cerca de integrar el ranking, ya que todos ellos cuentan con muy pocos medios independientes.