Deportados líderes de los cubanos en Colombia
Miami/Funcionarios de Migración Colombia detuvieron en la noche del lunes a Maidelin Hernández y su esposo, Nelson March, quienes documentaban diariamente la situación de los cientos de cubanos que se encuentran varados en un albergue de la ciudad colombiana de Turbo.
La pareja ha sido deportada presuntamente a Ecuador, según dijo William González de la Hoz, defensor del Pueblo, a pesar de la enfermedad de Hernández, quien padece cáncer y quiere llegar a Estados Unidos para que su familia pueda costearle un tratamiento.
"Esto es un signo. Poco a poco seguirán deportando a pequeños grupos de manera que no provoque escándalo", dijo un funcionario colombiano que prefirió el anonimato.
El alcalde de Turbo, Alejandro Abuchar, confirmó que los cubanos habían sido detenidos, pero indicó que la alcaldía no tiene vínculo con las autoridades de Migración Colombia. "Nosotros seguimos haciendo todo lo posible por los migrantes, intentando que se respeten sus derechos como seres humanos", declaró el edil.
La deportación de esta pareja ocurre después de que el pasado domingo ese país repatriara a Cuba a una pareja de inmigrantes indocumentados que había sido detenida cerca de Medellín.
"Eso ha sido muy injusto, todos estamos en el albergue o en casas, según lo que cada cual pueda pagarse, pero pensábamos que tomarían una decisión colectiva. Ahora vemos que no es así", dijo Aylín Gari Cruz, activista del Partido Republicano de Cuba que se encuentra en Turbo en estos momentos.
El proceso de detención ocurrió cuando la pareja se retiraba del albergue donde duerme más de un centenar de cubanos en esa ciudad caribeña. Según declaraciones de la propia Hernández, fue derribada por un funcionario de Migración Colombia cuando intentaba buscar medicamentos para paliar el dolor que le produce su enfermedad. Tras un rápido forcejeo, los detuvieron y les prohibieron comunicarse con amigos y familiares, al retirarles el teléfono celular.
Hernández logró ocultar su móvil en su ropa interior y desde la oficina migratoria envió breves mensajes a la prensa sobre la situación en que se encontraban.
En documentos compartidos con este diario por la Personería Municipal de Turbo se pudo constatar que los migrantes se negaron a dar sus nombres y, al considerarlos "indocumentados", se inició el proceso de expulsión del país.