Ha llegado “la hora de los cubanos”, dice la revista ‘Convivencia’
La Habana/El último número de la revista Convivencia propone en su editorial "dedicar más energías a buscar soluciones y proponer salidas, que a quejarnos de lo que está mal". En la entrega correspondiente al mes de abril, la publicación independiente aborda la nueva política exterior hacia Cuba que "se va articulando en Estados Unidos y Europa", mientras nombra al actual momento como "la hora de los cubanos".
Según Convivencia, el nuevo escenario surgido a partir del 17 de diciembre "ya es un hecho consumado, tenga o no los resultados esperados". La revista, que se edita en la occidental provincia de Pinar del Río, recomienda en su texto introductorio "equilibrar la denuncia con el anuncio de lo que proponemos como solución, de la crítica a la concepción de futuro. Cuba lo necesita ya".
La necesidad de "distinguir las políticas de relaciones internacionales de los asuntos internos entre políticos cubanos" ocupa un amplio espacio en el editorial que llama a "discernir unas de otras para que las decisiones de Gobiernos propios o extranjeros no nos dividan como nación". Una referencia directa a las diferencias que se han hecho más marcadas en la disidencia cubana en relación con el proceso de restablecimiento de relaciones entre La Habana y Washington.
Para Convivencia, "cuando el Gobierno de Estados Unidos y los de la Unión Europea lleguen a sincronizar sus relojes políticos con el Gobierno cubano, la hora que saldrá en sus pantallas digitales será la hora de los cubanos". La revista recomienda que "en lugar de estar exigiendo a otros Gobiernos que hagan por nosotros lo que nos corresponde, debemos exigirnos a nosotros mismos responder a los retos de hoy y a los desafíos del mañana".
“En lugar de exigir a otros Gobiernos, debemos exigirnos a nosotros mismos responder a los retos de hoy y a los desafíos del mañana”
El texto aconseja actitudes a seguir, entre las que destacan "asumir nuestra responsabilidad ciudadana", "construir la unidad en la diversidad", "buscar consensos" y "pasar de la retórica y de la épica a la política y a la acción pacífica".
La revista lamenta que con frecuencia "escuchamos más las voces foráneas que las de nuestros vecinos, [...] las discrepancias y ataques de los políticos que las necesidades de nuestros compatriotas. Caemos en las campañas mediáticas exteriores y ponemos en segundo plano las urgencias críticas del interior de nuestro país" y propone a la sociedad civil y a los grupos disidentes "escuchar lo que verdaderamente siente el resto del pueblo del que formamos parte".
Este último número, el 44 de la publicación, trae además un dossier sobre economía, que recoge artículos como "Gestión económica y educativa han de marchar de la mano", de Steve Maikel Pardo Valdés; "Descentralización y autonomía empresarial: un cambio fundamental para la economía cubana", escrito por Jorge Ignacio Guillén Martínez, y "Si queremos justicia, necesitamos libertad", un acercamiento a las restricciones para los emprendedores y empresarios cubanos, realizado por Karina Gálvez Chiú.
La edición incluye también una muy recomendable galería de obras realizadas por Kelvin López (Las Tunas, 1976), de la mano de un texto de Toni Piñera que propone una aproximación a este peculiar artista. El diario del poeta Maikel Iglesias durante su recorrido por el territorio pinareño es una grata lectura para reflexionar y reconocer la geografía humana y natural que define a esa región cubana.
Convivencia vuelve así con ese tono tan cubano, pinareño y auténtico que la hace destacarse entre las publicaciones independientes de la Isla.