Los mangos de Norma llegaron en enero

La Habana/La bandera que ondea o el amanecer sin nubes del primer día de enero son vistos por los santiagueros como buenos augurios para un año que comienza. Pero Norma Santiesteban, de 77 años, tiene su propia fuente de pronósticos. La mata de mango de su patio dio frutos tan solo comenzar 2017, fuera de la temporada, que se circunscribe al verano.

Alrededor de los mangos, los campesinos cubanos han tejido mil y un mitos rurales. Cuando los árboles se cargan de flores, los más viejos profetizan que será un "año con pocos alimentos". En cambio, si en abril las ramas se doblan bajo el peso de decenas de pequeños frutos, entonces los guajiros sonríen y vaticinan abundancia económica para su campos.

Norma, nacida en la Finca La Fortuna en la Sierra Maestra, todavía no sabe cómo interpretar los caprichos de su patio. Por el momento ha comenzado a recoger algunos mangos, aunque todavía verdes, por temor a que "los chiquillos del barrio" se suban a la mata para arrancarlos.

Con la alarmante situación que vive la economía cubana y los sombríos pronósticos recién anunciados en la Asamblea Nacional, Norma aprovecha el repentino antojo de la naturaleza que le ha traído mangos en enero.