Más de la mitad de las escuelas de Artemisa están en mal estado al iniciar el curso

A los problemas se une el déficit de maestros, de 1.347 este año pese a la mejora salarial

Facultad de Medicina de Artemisa. (14ymedio)
Los mayores esfuerzos constructivos en cuanto a materiales y mano de obra han estado concentrados en la construcción de la Universidad de la provincia. (14ymedio)
Bertha K. Guillen

04 de septiembre 2019 - 16:57

San Cristóbal/El entusiasmo por volver a ver a los colegas y contar las anécdotas de las vacaciones no han impedido a los estudiantes de Artemisa ver el deterioro de los centros escolares a los que regresaron este lunes. Los centros dieron la bienvenida a sus alumnos con una evidente falta de pintura, tuberías rotas, baños a media máquina o el mobiliario escolar dañado.

El curso escolar 2019 –2020 ha arrancado en la provincia con el 52,7% de las instalaciones en mal estado y un déficit de 1.347 maestros. El incremento del número de estudiantes con respecto al curso anterior, el éxodo de maestros y la escasa cantidad de profesores egresados de las carreras pedagógica han agravado la situación.

Las autoridades educativas aseguran que intentarán revertir esta situación con profesores contratados por horas y con el aumento de la carga docente y de estudiantes por maestros, según declaraciones al periódico local El Artemiseño de la directora provincial de Educación, Caridad Cruz.

Los padres con hijos en edad escolar están preocupados por que el problema vaya creciendo en la medida en que pasen los meses y puedan irse de las aulas otros docentes, pero ahora mismo, la prioridad son los problemas de infraestructura de las escuelas.

Artemisa ocupa el primer lugar en cuanto al deterioro de las escuelas. Más de la mitad de sus instalaciones han sido evaluadas de regular a mal, el doble que en Matanzas (25,4%), Sancti Spiritus (25,3%), La Habana (22,5%) y Holguín (19,7%), según datos ofrecidos por Francisco Navarro Gouraige, director de inversiones del Ministerio de Educación.

La carpintería de ventanas y puertas, el mobiliario, los juegos de baños, tuberías sanitarias e hidráulicas, las instalaciones eléctricas y el sistema de alumbrado concentran los principales daños.

Pese a todo, el curso comenzó en las 385 escuelas de la provincia acogiendo a 80.215 estudiantes, 1.078 más que el pasado año. El incremento salarial que entró en vigor el pasado agosto trajo de vuelta alrededor de 500 profesores a la provincia. Sin embargo, la cifra de bajas continúa siendo elevada. Mientras que el número de docentes egresados de las escuelas pedagógicas que se incorpora al trabajo fue solo de 46.

"Leí en El Artemiseño que, con el aumento de salario, 102 de los 197 profesores que pedían la baja a finales del curso pasado se arrepintieron, pero la gente está cansada de las malas condiciones en las que trabajamos, la rigurosidad con las que hay que seguir órdenes que tienen que ver más con política que con educar y el adoctrinamiento, y muchos se van, solo que esas cifras apenas se publican", cuenta a este diario Magalis Rodríguez, una maestra con más de 38 años de experiencia que prefirió retirarse definitivamente.

"La mayor motivación para regresar es el tema de la jubilación, con el aumento salarial la cifra ahora es un poco más alta que la que podemos tener si trabajamos por cuenta propia", asegura Rosario, una maestra de primaria que pretende reincorporarse después de cinco años ejerciendo el cuidado de niños por cuenta propia.

Con la vista fija en una jubilación según la nueva escala salarial, muchos profesores cercanos a la edad de retiro permanecerán por un período corto frente a las aulas

Con la vista fija en una jubilación según la nueva escala salarial, muchos profesores cercanos a la edad de retiro permanecerán por un período corto frente a las aulas. "En cuanto tenga la posibilidad de jubilarme con un poco más de dinero me voy", comenta a 14ymedio un maestro que prefirió el anonimato.

El mayor déficit de educadores lo tiene la Enseñanza Media Superior, sobre todo en asignaturas como Química y Matemáticas. Esta última es una de las materias a examinar de manera obligatoria para ingresar a cualquier universidad del país, por lo que muchos padres han decidido acudir a profesores particulares para complementar lo recibido en clases.

"El año pasado fue caótico, las faltas de maestros casi le cuestan el año escolar a un grupo de estudiantes. De seis clases a la semana de una asignatura daban dos, muchos profesores abandonan el curso a mitad para trasladarse a la Facultad de Ciencias Médicas, donde trabajan menos y el salario es el mismo. Este año ya estoy pagando profesores, no podemos arriesgarnos a suspender los exámenes de ingreso a la universidad", cuenta Felicia, madre de una estudiante de duodécimo grado.

La Secundaria Básica Urbana Combate de Río Hondo, en San Cristóbal, exhibe un panorama desolador, pero no distinto al resto de las escuelas en el municipio. Más de la mitad de las ventanas se encuentran totalmente destruidas, las cercas perimetrales de la entrada en mal estado, la basura se acumula en cada una de las esquinas y los alumnos evitan entrar a los baños.

Los padres de los estudiantes, preocupados por la permanencia de sus hijos en condiciones tan precarias, han asumido parte de las obras de mantenimiento.

"Nos dijeron que cada uno es responsable de arreglar la mesa y la silla de nuestros hijos. Además hemos coordinado para poner las tablillas que les faltan a las persianas, traer los bombillos, pintar el aula e intentar dar un ambiente un poco más agradable, porque en estas condiciones no hay quien estudie", explica Yusimí, una de las madres que ya desde la tarde del lunes se encargaba de estas tareas.

En Artemisa, solo 37 centros han sido reparados, y los alumnos de dos escuelas han sido reubicados para una reparación capital. Sin embargo, los mayores esfuerzos en cuanto a materiales y mano de obra han estado concentrados en la construcción de la universidad de la provincia y los institutos pedagógicos que abren sus puertas este septiembre.

"Las reparaciones parciales han quedado en manos del personal docente de cada centro y los consejos de administración de cada municipio, la prioridad de la provincia son los pedagógicos", asegura una trabajadora de Educación Provincial.

"Sin recursos no se puede trabajar. Si falta cemento, madera y hasta lo mínimo indispensable para destupir los baños, la brigada no puede hacer nada, ni los profesores, no somos magos", recalca uno de los trabajadores de la brigada que permanece en la Secundaria Combate de Río Hondo.

El personal administrativo trata de restar importancia al asunto. Un padre preocupado por la situación recibió esta respuesta de una empleada que intentaba tranquilizarlo: "La escuela no se está derrumbando".

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