Un ómnibus recorre La Habana con una rueda menos y no pasa nada
Menos de la mitad de los vehículos de la capital están circulando, pero pocos lo hacen en buenas condiciones
La Habana/Las luces del ómnibus que cubría anoche la ruta A3 en La Habana alumbraba escasamente a diez metros por delante. "Mira, ahí está puesta la larga y no se ve casi nada", se quejaba el chofer. "El jefe de la base me dijo que el mecánico la había arreglado, pero nada, esto no sirve, así que yo no sé qué fue lo que cambió", relataba molesto, pero aunque la visibilidad era tan limitada, no parecía temer por el pasaje. "Conozco la ruta como la palma de mi mano".
El ayudante del chófer, encargado de cobrar el transporte, también ayudaba a meter los cambios con la palanca. "Ayúdame un rato porque esto cansa", pedía el conductor. "Como ves, esta guagua está destartalada, la caja de cambios está mala y me bota la segunda y tercera velocidad, por lo que hay que mantener una mano firme presionando la palanca cuando están enganchadas estas velocidades", explicaba el conductor ante la inusual escena que atemorizaba al pasaje.
Estas anomalías ilustran el estado del parque motor del transporte público en la capital. "De 878 guaguas que posee la capital se encuentran en uso 435, lo que representa el 49%", explicó recientemente Leandro Méndez Peña, director general de Transporte en La Habana
El funcionario añadió que una de las soluciones para optimizar la escasez de vehículos era autorizar un mayor aforo siempre y cuando se conservara la mascarilla bien puesta y se mantuviera constantemente la higienización de los ómnibus. Estas medidas, lejos de resolver el problema, fueron el caldo de cultivo para que se desatara una serie de robos de celulares y billeteras dentro de las repletas guaguas.
Tampoco la medida de mantenimiento de la higiene ha sido visible. Muchos vehículos se mueven por la ciudad con una suciedad notoria y, en algunos casos se parchean las roturas con flagrante precariedad, como en el caso de una guagua que empleaba cartones viejos para cubrir huecos en el suelo, según pudo comprobar 14ymedio en un trayecto la pasada semana.
Asientos partidos, puertas y ventanillas sin juntas o tapiadas con planchas metálicas a falta de cristal y acordeones de articulados totalmente desbaratados son imágenes que se repiten en cualquiera de las rutas que recorren La Habana día a día.
En la tarde de este lunes, un ómnibus de la marca Yutong que transportaba de regreso a casa a algunos trabajadores de los laboratorios AICA circulaba por la calzada del Cerro despertando murmullos entre varios transeúntes que quedaron estupefactos al percatarse de que faltaba uno de los neumáticos traseros.
"Yo estaba parado con mi hija intentando coger un transporte hasta la Esquina de Tejas, cuando vi que paró delante de mí para dejar a dos trabajadores de la empresa", contó a 14ymedio un vecino. El chófer del vehículo estatal, cerró la puerta justo cuando el hombre le preguntaba si podía llevarlos.
"En ese momento me molesté un poco, porque la guagua iba casi vacía". Sin embargo, cuando observó que en la rueda doble derecha del eje trasero faltaba una de las gomas cambió de opinión. "Me sorprende que pueda moverse en esas condiciones", dijo un transeúnte. Mientras, él comentaba a su pequeña: "Esperamos un poco más, a veces lo que sucede conviene, y esa guagua se puede accidentar en cualquier momento".
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