Los simpatizantes del 'Che' anhelan vivir en el mejor de los mundos posible

Las Palmas de Gran Canaria/Ernesto Che Guevara nunca visitó las Islas Canarias en los múltiples viajes que realizó por todo el mundo para expandir su proyecto revolucionario, pero ante el elevado número de conferencias y comunicaciones que han tenido lugar este miércoles y jueves en Gran Canaria para recordar el 50 aniversario de su asesinato en Bolivia, casi parece que fue la pequeña isla del archipiélago atlántico, y no Cuba, la que se convirtió en la segunda patria del guerrillero argentino.

"[Che Guevara] creía que no vivíamos en el mejor de los mundos, sino que había otros posibles", expuso el director del congreso Revoluciones y revolucionari@s, Juan Manuel Santana, ante el centenar de personas que componía una audiencia avejentada, y cuya media de edad poco pudo rebajar la escasa decena de estudiantes venidos de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, organizadora de las charlas junto al Ayuntamiento de la ciudad y el Cabildo de la Isla, en cuya sede se celebraron las conferencias.

El ciclo de conferencias perdió la oportunidad de dar un perfil completo de una de las figuras más icónicas del siglo XX, en lugar de mostrar solo una parte de él

El ciclo de conferencias perdió la oportunidad de dar un perfil completo de una de las figuras más icónicas del siglo XX, en lugar de mostrar solo una parte de él.

Si no es a través de la actitud romántica recreada allí, resulta difícil de entender que el profesor Santana definiese a Ernesto Guevara como a "un humanista", y que durante la conferencia del catedrático Juan Marchena, de la Universidad Pablo Olavide de Sevilla, no hubiese una sola mención a la contribución del Che en la creación de las Unidades Militares de Apoyo a la Producción, que entre 1965 y 1968 recluyeron en campos de trabajo a disidentes, religiosos y homosexuales que se negaban a realizar el servicio militar en Cuba.

La relevancia de los hechos que protagonizó Guevara en el cuartel de La Cabaña entre enero y noviembre de 1959 no pudo pasar desapercibida para los ponentes, pero de una conferencia de hora y media de duración apenas se dedicaron tres minutos a tratar de esclarecer el papel del revolucionario argentino en los juicios sumarios y fusilamientos de oficiales y soldados del derrocado régimen dictatorial de Fulgencio Batista.

"No hay pruebas de esto", sostuvo Marchena, pese a asegurar que el Che cumplió su tarea "con rotundidad" y de dar a entender que el ejército cubano todavía no ha mostrado toda la documentación de lo sucedido en aquellos meses.

Apenas se dedicaron tres minutos a tratar de esclarecer el papel del revolucionario argentino en los juicios sumarios y fusilamientos de oficiales y soldados del derrocado régimen dictatorial de Fulgencio Batista

No obstante, el catedrático, que establece ahí el origen de una leyenda negra del Che, pasó por alto las palabras que el guerrillero argentino pronunció en la Asamblea General de Naciones Unidas en 1964. "Fusilamientos, sí, hemos fusilado. Fusilamos y seguiremos fusilando mientras sea necesario", respondió al representante de Venezuela el guerrillero, que parecía no ver las similitudes entre las ejecuciones que tenían lugar en Cuba con los asesinatos políticos de los servicios secretos venezolanos que denunciaba.

El catedrático de la Universidad Pablo Olavide pretendió con su conferencia exponer la biografía de Guevara desde su infancia hasta el momento presente, en el que la famosa fotografía del revolucionario tomada por Alberto Díaz, Korda, decora las camisetas de personas que nada saben o entienden del Che o la Revolución cubana, un producto que se ha convertido en un tópico del capitalismo en opinión del estudioso.

Paradójicamente, la conferencia no solo estuvo cargada de momentos de amnesia conveniente sobre hechos incompatibles con la narrativa idealista que se pretendía transmitir, sino que en el intento de acabar con los supuestos tópicos del capitalismo contra Guevara salieron a relucir los clichés de la izquierda más afín a la Revolución cubana.

Todavía hoy, la necesidad de los simpatizantes de esa generación por querer vivir en el mejor de los mundos les lleva a ser condescendientes con hechos pasados

No faltaron las alusiones a un necesario pensamiento crítico -pese a las nulas críticas hacia las acciones del Che-; la palabra "mercenario" salió a relucir en contraposición a los valores y la ética que representó Guevara, de cuya juventud se habló de manera casi tan romántica como en la famosa película Diarios de motocicleta; el recuerdo a los buenos tiempos pasados de la izquierda poseedora de ideas frescas fue comparado con una supuesta abulia de la intelectualidad actual; brotaron los tics de las recurrentes conspiraciones infundadas ("¿qué es lo que quieren que no sepamos?", llegó a preguntar Marchena a la audiencia en alusión a un ente no identificado). Tampoco faltó la aceptación sin cuestionamientos de la versión oficial del Gobierno cubano sobre el dudoso proceso de exhumación de los restos del Che en Bolivia.

"Esta generación de la que vamos a hablar hoy [la del Che] está hablando del futuro", llegó a exponer Marchena sobre los grandes ideales que persiguieron intelectuales e iconos de la Revolución. Todavía hoy, la necesidad de los simpatizantes de esa generación por querer vivir en el mejor de los mundos les lleva a ser condescendientes con hechos pasados.

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