Uso y abuso de los símbolos patrios

La Habana/En una camiseta, sobre la tela de una mochila o en el cenicero de cerámica que se vende a los turistas destacan las tres franjas azules y el triángulo rojo de la bandera cubana. Otros objetos y vestimentas también llevan su estrella solitaria o detalles del escudo de la República, una práctica que el Gobierno intenta regular a través de la Ley de símbolos patrios que aún está en fase de discusión por los parlamentarios.

Trazar las pautas para el manejo público y privado de estos emblemas no resulta nada fácil. El uso y abuso de la enseña nacional se ha extendido desde los actos oficiales hasta la propaganda para atraer visitantes al país, pasando por la indumentaria deportiva, los grafitis y hasta los lienzos de los artistas.

Pero las autoridades aclaran que el nuevo cuerpo legal solo busca flexibilizar el uso de estos emblemas para "lograr mayor presencia" en la sociedad, según José Luis Toledo Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y Jurídicos de la Asamblea Nacional.

El temor de muchos es que una vez aprobada las nuevas normas, una avalancha de inspectores salga a las calles de la Isla a multar a todo aquel que haga una utilización "indebida" de estos símbolos. La experiencia en otros sectores también advierte de que la mano dura podría ser más estricta con los ciudadanos y los negocios privados que se adornen con la bandera antes que con las instituciones que la dejan al sol y al sereno cada día. Pero todavía nadie sabe cómo se va a implementar a corto plazo el cuidado y respeto de estas representaciones de la cubanía.

Por el momento, la bandera que tiene colocada en la fachada este barbero habanero le costó 10 CUC, porque es imposible comprar la enseña nacional en pesos cubanos y a un precio que se corresponda con el salario legal. "¿La nueva ley regulará que podamos adquirir nuestra bandera por una cantidad de dinero que se corresponda con nuestros sueldos?", pregunta en tono inquisitivo el trabajador por cuenta propia. "Respetar la bandera es también acercarla a la gente, así que habrá que empezar por ahí", le responde un cliente vestido con las muchas estrellas de "la bandera del enemigo".

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