Vuelve a Cuba parte de la brigada médica destacada en Ciudad de México

La Habana/A pesar de que las fronteras están cerradas desde marzo, los médicos cubanos no paran de ir y venir. Este jueves llegó el primero de los tres vuelos previstos hasta el sábado para el regreso de la brigada que marchó a México para apoyar la lucha contra el coronavirus, mientras 35 sanitarios partieron a las Islas Vírgenes Británicas y Monserrat con el mismo propósito.

Apenas veinticuatro horas después, llegó un segundo grupo. Delante de las guaguas que los transportaban, un auto con altavoces transmitía canciones patrióticas y pedía a la gente que saliera a los balcones a dar aplausos.

Los colaboradores que llegaban de México fueron conducidos en una decena de ómnibus hasta dos alojamientos cercanos a la avenida Rancho Boyeros, el hotel Tulipán y el Bella Habana Aeropuerto (Nuevo Vedado), en los que deben permanecer en cuarentena los 14 días preceptivos que garanticen que no han sido contagiados.

Miguel Díaz-Canel les dio la bienvenida a través de un mensaje en el que reivindicó la demostración de fortaleza del sistema de salud de la Isla que realizan con su trabajo. Uno de los jefes de brigada, el médico de Villa Clara Juan López sostuvo que la profesionalidad les llevó a ganarse el reconocimiento y se fueron insertando en los protocolos del sistema de salud mexicano.

Esas declaraciones responden a las críticas que el contingente recibió de algunos de sus colegas en México que afirmaban que los cubanos tenían dificultades de adaptación por desconocimiento de la tecnología y, en algunos casos, de ignorar maniobras básicas en la medicina.

La brigada cubana, compuesta oficialmente por 585 profesionales de la Salud- aunque se manejaron cifras superiores- , llegó a México en mayo para "atender la emergencia provocada por el covid-19", según sostuvo el gobierno de la capital y su estancia estaba prevista hasta este 31 de julio, aunque se contemplaba la posibilidad de extender el plazo. En Veracruz también había, desde el 22 de mayo, un grupo de 108 sanitarios.

La secretaria de Salud de México, Oliva López Arellano, confesó entonces a Reuters que el Instituto Nacional de Salud y Bienestar (Insabi) tenía previsto pagar 135 millones de pesos (seis millones de dólares) por esta misión. La funcionaria aseguró a quienes criticaron estos pagos que estaban haciendo mal las cuentas, ya que el monto total no iba destinado al Gobierno cubano, sino al conjunto de gastos generados por el contingente.

Varias asociaciones médicas presentaron sus quejas a las autoridades, llegando hasta el propio presidente Andrés Manuel López Obrador, al que dirigieron una carta por lo que consideraban "una falta grave en contra de los profesionales de la salud". También otros colectivos de ciudadanos sin vinculación con el sistema de salud protestaron por estas contrataciones.

A punto de finalizar el plazo de vencimiento del convenio, los sanitarios empiezan su regreso, aunque se desconoce si permanecerá algún grupo más pequeño en México, como ha ocurrido tanto en Italia como en Andorra, donde el grueso del equipo se adelantó a la evacuación definitiva. La pandemia sigue en un punto muy crítico aún en México, donde este jueves se notificó un nuevo récord de contagios al confirmarse 8.438 positivos en covid-19, lo que supone un acumulado de 370.712.

Más extraño es el caso del archipiélago británico Islas Vírgenes, donde llegó una brigada de 22 profesionales anunciada esta semana por el primer ministro cuando aún no había ningún caso oficialmente notificado de covid-19

Mientras, un grupo de 13 sanitarios partía hacia Montserrat, al sureste de Puerto Rico, donde se han registrado doce contagios y un muerto. Hasta allí se han desplazado ocho enfermeras y cinco médicos de varias especialidades que estarán tres meses en la isla.

Más extraño es el caso del archipiélago británico Islas Vírgenes, donde llegó una brigada de 22 profesionales anunciada esta semana por el primer ministro, Andrew Fahie, cuando aún no había ningún caso oficialmente notificado de covid-19, aunque posteriormente ha aparecido un caso de un viajero que procedía de San Vicente y las Granadinas. Fahie, sin embargo, sostuvo que la mejor medida era la prevención.

Este movimiento en el sector sanitario cubano llega el mismo día que en Europa, la ONG Human Rights Watch (HRW) recordó que los Estados que demanden los servicios médicos de la Isla deberían "asegurarse de que los acuerdos alcanzados con el Gobierno cubano prevean garantías efectivas para los derechos de los trabajadores" a menos que quieran convertirse en cómplices de graves violaciones de los derechos humanos.

El jefe de HRW para las Américas, José Miguel Vivanco, dijo que los Estados "deben exigir al Gobierno de Cuba que reforme su orwelliano sistema".

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