La esperanza de un mundo mejor se frustró, solo quedó el miedo

La dictadura cubana no necesita escenificar un "cambio fraude" porque sabe que eso sería su propio fin

En un gobierno de indignidades, Díaz-Canel demostró ser más lacayo que Roberto Robaina o Felipe Pérez Roque

Fidel Castro le inoculó al proyecto político que auspició su personalidad de pandillero y agitador

El resultado, a la postre, es la ineficiencia de las regulaciones, que mengua el efecto pretendido por la ley y termina beneficiando al régimen

Para lograr la ansiada democracia, no basta con asumir el discurso opuesto. Es preciso también alejarnos de los métodos autoritarios y totalitaristas

Ni por las malas ni por las buenas la Constitución permite descartar el sistema socialista, pero la nueva norma va más lejos

El cantautor reconoció este año, por primera vez, que Cuba "puede ser" una dictadura

La Asamblea regional vota una resolución en apoyo de los derechos humanos y contra la dictadura en la Isla

Independientemente de lo que pueda ocurrir el día 15, la primera baza es de la oposición, que ha conseguido que la mafia que manda se asuste

Antes de salir a la calle con su pancarta por la libertad de Denis Solís, Luis Robles grabó una declaración

"Dejamos clarísima nuestra posición y nuestras ideas de cambio, en un país que no frena su caída al barranco"

El castrismo y el franquismo se asemejan al menos en un aspecto: ambas sociedades han vivido de manera creciente totalmente de espaldas al discurso oficial