Reciclaje de frascos, la más económica de las terapias
La Habana/¿Es usted una de esas féminas románticas, de las que gusta guardar recuerdos o almacenar frascos de perfume vacíos, porque sencillamente son bonitos o se los ha regalado alguien "muy especial"? Si le cuesta deshacerse de ellos, le aseguro que le gustará este sencillo trabajo que le propongo y que le llevará muy poco tiempo realizarlo. Con él podrá personalizar su jardín, terraza o balcón, creando un original ambiente y le servirá también para traerle gratos recuerdos cada vez que lo contemple.
Materiales:
- Lo primero que debe hacer es tener a mano los frascos que desee (bien limpios) y que haya seleccionado por su forma o color
- Un tramo de cadena de unos cincuenta centímetros aproximadamente
- Un poco de alambre inoxidable
- Unas pinzas para cortar y doblar
- Una argolla de metal, de madera o de plástico
Modo de proceder:
Una vez que tenga todos los materiales necesarios a mano, lo primero que debe hacer es engarzar la argolla a la cadena. Realizado este primer paso, cuélguela a cualquier clavo provisionalmente para que le facilite el trabajo a ejecutar.
Comience a ensartar los frascos por el cuello (boquilla) con el alambre, asegurándolos bien a la cadena, colocándoles nuevamente las tapas a modo de tranque y remate para darles una mejor terminación. Insértelos según su gusto, mezclando bien tamaños y colores. Una vez terminado el trabajo, cuélguelo y elija bien el lugar que usted desea decorar, preferiblemente aquel donde este objeto reciba los rayos del sol para que se produzca un mejor efecto de prisma con los cristales.
Recuerde que el trabajo manual no sólo sirve para reciclar productos que generalmente no son biodegradables y dañan la atmósfera, sino que funciona como la más eficaz y económica de las terapias, amén de que, en determinadas etapas de su vida, le proporcione la satisfacción de poder hacer un regalo personalizado y también, por qué no, como un modo de incrementar su propia economía o contribuir a la de su familia.